El enoturismo lleva unos cuantos años en auge. Visitar bodegas para conocer todos los entresijos de la elaboración del vino es un plan muy atractivo para hacer en pareja o con amigos. Y no solo de vinos va el asunto. Muchas bodegas están ubicadas en preciosos espacios naturales y cuentan con diferentes servicios para hacer de la experiencia algo inolvidable.
Si estás tentado por el plan, no te pierdas estas recomendaciones para disfrutar de un fin de semana inolvidable.
Es impresionante contemplar el contraste que genera el impresionante edificio de Frank O. Gehry en medio de La Rioja Alavesa. Una de las bodegas más antiguas del país acoge un gran complejo orientado a ofrecer una experiencia total en la que vinoterapia, enología, gastronomía y lujo se dan la mano. Desde su inauguración hace casi 15 años se ha establecido como una de las bodegas de visita imprescindible para cualquier amante del buen vino.
BODEGAS ABADÍA DE RETUERCA (Valladolid)
Las Bodegas Abadía Retuerta y su hotel Le Domaine son una de las más célebres y visitadas de la Ribera del Duero. Visitarlas es toda una experiencia de lujo para los sentidos. La belleza arquitectónica de la antigua abadía que acoge el hotel, la vanguardia gastronómica de su restaurante dirigido por Andoni Luis Aduriz (Restaurante Mugaritz) y, por supuesto sus viñedos y exquisitos caldos son sus grandes atractivos.
BODEGAS CAN BONASTRE (Barcelona)
A poco más de media hora de Barcelona encontramos otros de los paraísos del vino; la región vitivinícola del Penedés. Allí, las bodegas Can Bonastre, acogen un gran complejo para disfrutar del arte del vino así como de un espléndido spa con impagables vistas a la sierra de Montserrat.
Foto: www.canbonastre.com
FINCA DE LOS ARANDINOS (La Rioja)
La sierra de Moncalvillo es el flamante entorno en el que se ubica esta bodega hotel de aspecto vanguardista en el que disfrutar de una experiencia vinícola total. Posee 14 habitaciones con terraza y bonitas vistas a los viñedos. El restaurante ofrece una deliciosa cocina basada en el mejor producto de la huerta local. La oferta se complementa con un spa en el que relajarse con sesiones de enomasaje o vinoterapia.
En el 2011 el impresionante edificio de las Bodegas Portia fue premiado por su diseño vanguardista firmado por el arquitecto Norman Foster. Un lugar en el que la tradición milenaria del vino adopta formas rabiosamente modernas y en el que se puede vivir una gran experiencia vitivinícola y gastronómica.
Foto: bodegasportia.com